Miscelánea: TAPAS
Unos días en Madrid para ver a mis hermanos, pasar con ellos buenos ratos y sentarnos a la mesa a disfrutar de restaurantes.
Pero en Madrid también hay muchos bares y opciones de tapeo, aquí os dejo cuatro opciones bien diferentes que os daría tiempo a probar en un fin de semana de visita a la capital del reino.
Casa Dani
28001 Madrid
Calle Ayala, 28. MERCADO DE LA PAZ
tel. 915 75 59 25
Precio orientativo: desde 2,50 € Menú diario: 11,50 € (Sábado 12,50 €)
|
4,5 - Desayunos y menú diario. |
Ubicado dentro del Mercado de la Paz, en pleno barrio de Salamanca, en este bar se puede comer (según se dice) la mejor tortilla de patata de Madrid y para corroborarlo, en marzo del 2019 ganó el II Campeonato Nacional de Tortillas.
Es el bar del mercado, con precios baratos, menú del día por 11,50 € con unos con 10 primeros y otros tantos segundos a elegir y con un listado de buenas tapas y raciones. Los martes, cocido; los miércoles, arroz con bogavante; los jueves, lentejas. Cocina de mercado y nunca mejor dicho, con productos del Mercado de la Paz.
Abrieron en el 1991 y ahora se ha remodelado y tiene una acogedora de terraza donde te encontrarás niños bien del barrio, ejecutivos trajeados, obreros con mono, señoras que van a la compra... toda una clientela variopinta a la que gusta disfrutar de una buena tortilla de patata.
Con la cerveza te ponen la tapa correspondiente, en esta ocasión unos torreznos crujientes. Tampoco hay que olvidar el pan, buenísimo. No se hacen reservas pero la rotación es rápida y entre semana para desayunar no hay problema si llegas antes de las 11 y si haces dieta, puedes pedir medio pincho.
5,0 - Espacio, producto, atención. |
Muy cerca del parque de El Retiro, en el barrio de Ibiza, tenemos una taberna que acaba de cumplir 25 años.
Dividida en dos zonas, la entrada tiene una una barra con forma de u perfecta para tapear con un vermut o un vino. Los taburetes y mesas altas ocupan toda esta zona, aunque hay una mesa baja para personas con movilidad reducida. Con la bebida te ponen la tapa correspondiente. Nos sirvieron unos embutidos y queso con el vermut y la cerveza.
La oferta en tapas clásicas es amplia y la bodega donde elegir también, además, tenemos la ventaja de poder pedir medias raciones así que eso hicimos. Pedimos media de tortilla con alcachofas, que la hacen solo por un lado y media de callos, con su correspondiente pan, que no esta en la foto pero ya os digo que era perfecto para mojar.
Desde el fondo del local se accede al comedor, un restaurante con manteles blancos y una carta muy completa de cocina tradicional con ensaladas, carnes, pescados, arroces... Un espacio a tener en cuenta en la próxima visita a Madrid.
4,0 - Espacio, tradición, atención. |
Con un apellido tan catalán estamos frente a una taberna tradicional madrileña que justo cumple este año los 100 de vida.
Ubicado en el castizo barrio de Atocha, pasó de bodega de venta de vinos a granel a casa de comidas y durante los años 50 ya era una taberna con tapitas, vermuteo, pinchos, platos de embutidos, lateo, tortilla y las patatas de la abuela.
Con una decoración sencilla, mantiene los azulejos del siglo pasado, toneles y fotografías en blanco y negro.
Las pizarras anuncian los platos y vinos, las sugerencias fuera de carta te las cantan, a nosotros en catalán, que la camarera notó el acento de Santi y resultó ser de Granollers.
Pedimos las patatas de la abuela, que resultaron ser unas patatas a lo pobre con huevos fritos y jamón, muy buenas, el bacalao Rosell, confitado con unas guindillas y un buen aceite, una delícia. Pedimos también las setas de cardo (gírgola de card) recomendadas fuera de carta y que llegaron empanadas y con mayonesa y bueno, nos sobró el rebozado. Para acabar un helado de avellana y otro de violetas, el caramelo castizo por excelencia.
La bodega está muy cerca de la estació de Atocha así que si vienes en tren es un buen lugar para empezar a conocer el tapeo madrileño.
4,0 - Espacio, cocina, atención. |
Nos vamos hasta el barrio de Vallecas, el madrileño barrio obrero donde está ubicada una de las cervecerías Cruz Blanca. Esta cadena tiene una carta más o menos común, con tapas y platos tradicionales de la cocina mediterránea y castellana.
Sin embargo el cocinero de esta sucursal ha sabido destacar sus platos hasta el punto que la Guía Repsol tiene la Cruz Blanca de Vallecas como uno de sus restaurantes recomendados con el cocido madrileño en tres vuelcos como plato estrella. También recomienda la fabada asturiana, los calamares a la romana y el conejo al ajillo con lechuga viva.
Local clásico, con madera y azulejos, amplia terraza (con una carta diferente a la del comedor) y raciones enormes, así que, o vas en grupo o tendrás que pedir menos o llevarte envases con comida a casa (no hay opción de medias raciones).
Fuimos a por unas bravas, que no son las mejores de Madrid ni mucho menos y un platito de callos, al que precede su fama. Llegó una fuente a la mesa que no pudimos acabar y acabamos llevándonos a casa un envase y una ración de pan que ni tocamos.
Muy buena atención y los callos fantásticos, lástima que no esté la opción de medias raciones.
El cocido madrileño lo vimos en la mesa de al lado al llegar y tenía una pinta impresionante.
Como dato curioso, el emérito estuvo en marzo del 2017 comiéndose un cocidito aquí, en Vallecas. Gratis, imagino...
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada