Nuestro Bar Restaurante
02002 Albacete |
3,0 - Cocina tradicional, buenos precios. |
Cocina castellana, platos típicos manchegos de cocina tradicional. Opción de medias raciones. Zona de bar y de restaurante. Muy buena atención, precios económicos. Son un 3 estrellas Pepa Pink.
LOCAL
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Acceso:
Accesible
Aparcamiento:
Zona azul
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Espacio:
Grande (80 p)
Terraza |
Distribución:
Amplia
Iluminación:
Correcta
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Mobiliario:
Sillas
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Limpieza lavabos:
Buena
Secador de manos:
Papel
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Cambiador:
No
Extras:
Kit dental
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PERSONAL
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CARTA
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Vestuario:
Uniforme
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Amabilidad:
Sí
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Eficacia:
Sí
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Presentación:
Clásica
Larga |
Vinos y cavas:
De la Tierra
De otras tierras |
Otros:
Eventos privados |
IDIOMAS
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Castellano
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En Albacete hay cuchillos, navajas y buen cordero, así como el conocido queso con D.O. La Mancha.
Este verano estuvimos unos días visitando a nuestros amigos Silvia y Francesc que ahora viven allí y nos llevaron a comer a uno de los clásicos y tradicionales de Albacete: Nuestro Bar.
Un edificio esquinero, pintado de blanco y azul, abierto en 1.967, recuerda una posada manchega. Un local grande, con dos zonas diferenciadas, una de barra con unas mesas y otra de restaurante, en dos plantas. Con manteles blancos, mobiliario rústico de madera y una decoración manchega. De las paredes cuelgan botijos, herramientas de labranza, tenazas para la lumbre, cestos de mimbre... y para separar salas y en las ventanas hay visillos y cortinas de alpujarra.
En los baños hay un kit dental, que viene muy bien después de comer carne.
Carta del restaurante Nuestro Bar
Las carta es larga y además de las especialidades manchegas típicas hay opciones de sopas y pucheros, carne y pescado, arroces por encargo y algunos menús especiales como el menú degustación con "cosicas de la tierra", el bajo en calorias o el vegetariano.La carta de postres también es extensa y con diferentes delicias dulces.
Platos que comimos en Nuestro Bar Restaurante
Como la carta es muy amplia y hay opción de medias raciones aprovechamos para probar unas cuantas elaboraciones típicas manchegas.
Empezamos con una ración de rabo de cerdo frito y una buena ración de pan. El rabo, riquísimo, nunca lo habia comido así.
El ajo mataero, de hígado y pan, con unos piñones y unos torreznos por encima, es un plato intenso. Solo pedimos media ración. Una tapa de angulas de monte con panceta. El plato se elabora con trompetas amarillas (camagrocs en catalán) unas setas muy gustosas, con ajitos y panceta. Como estábamos en verano nos pusieron setas congeladas (shiitake), osea, que el nombre del plato no tiene sentido... Desde luego el sabor tampoco es lo mismo así que si quieres probar de verdad las angulas de monte, ahora en otoño es buena época. Sería mejor que sirvieran este plato solo en temporada, ¿no?.
El atascaburras, también llamado ajo arriero, es un plato de invierno pero nos animamos con media ración. Un puré hecho a base de patata, bacalao, ajo y aceite. Se completa con unas nueces y huevo duro. Muy bueno y al comerlo a temperatura ambiente no resulta un plato tan invernal.
Las manitas de cordero rebozadas y fritas estaban muy tiernas pero con un sabor tan suave que el rebozado se lo comía todo. Además, esa salsa mayonesa que las acompañaba aportando más grasa no mejoraba el plato, para mi gusto. Suerte de la lechuga que daba frescor.
Riñones, creadillas y leandrecillas es un combinado con patatas panadera. Las creadillas es como se le dice a las criadillas (testículos de bovino) en tierras albaceteñas y las leandrecillas es otro localismo del vocablo lendrecilla (testículos de cordero). Acabamos con unas manitas de cerdo en salsa que estaban deliciosas y que tuvimos que hacer un esfuerzo porque estábamos ya bastante llenos.
Empezamos con una ración de rabo de cerdo frito y una buena ración de pan. El rabo, riquísimo, nunca lo habia comido así.
El ajo mataero, de hígado y pan, con unos piñones y unos torreznos por encima, es un plato intenso. Solo pedimos media ración. Una tapa de angulas de monte con panceta. El plato se elabora con trompetas amarillas (camagrocs en catalán) unas setas muy gustosas, con ajitos y panceta. Como estábamos en verano nos pusieron setas congeladas (shiitake), osea, que el nombre del plato no tiene sentido... Desde luego el sabor tampoco es lo mismo así que si quieres probar de verdad las angulas de monte, ahora en otoño es buena época. Sería mejor que sirvieran este plato solo en temporada, ¿no?.
El atascaburras, también llamado ajo arriero, es un plato de invierno pero nos animamos con media ración. Un puré hecho a base de patata, bacalao, ajo y aceite. Se completa con unas nueces y huevo duro. Muy bueno y al comerlo a temperatura ambiente no resulta un plato tan invernal.
Las manitas de cordero rebozadas y fritas estaban muy tiernas pero con un sabor tan suave que el rebozado se lo comía todo. Además, esa salsa mayonesa que las acompañaba aportando más grasa no mejoraba el plato, para mi gusto. Suerte de la lechuga que daba frescor.
Riñones, creadillas y leandrecillas es un combinado con patatas panadera. Las creadillas es como se le dice a las criadillas (testículos de bovino) en tierras albaceteñas y las leandrecillas es otro localismo del vocablo lendrecilla (testículos de cordero). Acabamos con unas manitas de cerdo en salsa que estaban deliciosas y que tuvimos que hacer un esfuerzo porque estábamos ya bastante llenos.
Para beber
Optamos por vinos de la tierra y así pedimos una botella de Laya 2018, D.O. Almansa, de las Bodegas Atalaya, crianza de 4 meses en barrica de roble francés que nos gustó bastante. Seguimos con un Aljibes 2015, D.O. Vino de la Tierra de Castilla, un crianza (12 meses roble francés) muy aromàtico de la bodega Finca Los Aljibes. El precio de los vinos está practicamente triplicado pero al menos nos cambiaron la copa sin pedirlo.😅Postres
Aunque parecía que no podíamos con más nos permitimos el exceso de compartir un popurrí pequeño que contenía hojuelas con miel, tocino de cielo, pan de Calatrava, melón, higos confitados, nueces, nata... y helado de limón, que personalmente, creo que no le iba nada bien. Y todo acompañado de un porrón de vino dulce. También compartimos una cuajada con miel esperando que tuviera un sabor intenso de la leche de oveja pero no, era un postre prescindible.Cuenta
La cuenta para 4 personas, con los vinos (con un precio que considero elevado en demasía) no llegó ni a 25 € por persona.Resumen del restaurante Nuestro Bar
Un restaurante tradicional donde puedes degustar platos típicos manchegos a precios competitivos.
Muy buena atención, profesional y amable.
Quizá algún plato no nos pareció tan estupendo como esperábamos pero en global estaba todo muy bueno y bien.
De hecho muchos platos de la cocina manchega son más de invierno así que nos tocará repetir la visita cuando haga más frío. Y de postres, ¡pido queso!.
Muy buena atención, profesional y amable.
Quizá algún plato no nos pareció tan estupendo como esperábamos pero en global estaba todo muy bueno y bien.
De hecho muchos platos de la cocina manchega son más de invierno así que nos tocará repetir la visita cuando haga más frío. Y de postres, ¡pido queso!.